¿QUÉ HACE UNA ESTATUA COMO TU, EN UN JARDÍN COMO ESTE?

La vi en un día gris de junio, junto a la orilla donde se bifurcan o se unen, según se mire, los lagos Lecco y Como. Llovía y la bruma planeaba sobre el lago. Había ido a visitar los jardines de Villa Melzi, en Bellagio, en la región de los lagos italianos. Algo no me encajaba en el paisaje y ese algo era una estatua.

De siempre la estatuaria es una parte inseparable de la ornamentación de jardines pero no ese tipo de estatua. Desde siempre las imágenes que suelen decorar los jardines hunden sus raíces en la iconografía del mundo clásico: dioses, mitos o personajes griegos o romanos ya sean en versión original o recreados en tiempos posteriores. No es hasta más adelante que se incorporan recreaciones de mundos exóticos o ya modernamente bustos o monumentos a personajes recientes como recuerdo ciudadano.

También existe la presencia del mundo egipcio, algunas veces con obeliscos auténticos aunque la mayoría de las veces son imitaciones al igual que esfinges recreadas a imagen de las de la tierra del Nilo o una especie de amalgama de imágenes antiguas.

Pero esta vez la imagen que vi junto al lago era una auténtica escultura cubo egipcia, cubierta de jeroglíficos, procedente del templo de Ramses II. ¿Porqué llegó allí?

Villa Melzi fue encargada por Francesco Melzi d’Eril, vicepresidente de la República Italiana y después Gran Canciller del Reino Italiano. Esto sucedía en 1808. Melzi era amigo personal de Napoleón, el cual posó especialmente para un retrato que actualmente esta en la villa. El parque de la villa, de estilo inglés fue diseñado por los arquitectos Canónica y Villoresi que serian también los arquitectos del Parque de la Villa Real de Monza.

El parque cuenta con buenos ejemplares de árboles, especies exóticas, camelias, rododendros y azaleas. Como no podía ser menos cuenta con esculturas de factura grecorromana y un grupo escultórico de Dante y Beatriz en el que se inspiró Listz.

Pero aquí es importante el año de realización y que el propietario fuera amigo de Napoleón. En 1798 Napoleón partió hacia Egipto para realizar una campaña militar en la que se pretendía atacar el flanco más débil de Gran Bretaña en aquel extremo del Mediterráneo. En esta campaña se llevó consigo, junto a los ejércitos, un barco cuyo pasaje estaba constituido por jóvenes y no tan jóvenes sabios, científicos y artistas franceses que tenían como misión hacer una relación exhaustiva de todo el mundo egipcio. Analizaron, midieron, dibujaron y escribieron de todo lo que allí se hallaba, arquitectura otomana pero también del antiguo Egipto, escultura, fauna, botánica, costumbres, etc. De allí salió una gran obra: "La descripción de Egipto".

A partir de entonces surgió por todo el mundo occidental la egiptomanía en todas sus facetas, la más científica y la más ornamental. Lo egipcio se puso de moda. Se organizaron expediciones desde muchas naciones para expoliar las antigüedades egipcias y los científicos se afanaron en descifrar los jeroglíficos y en crear colecciones en los museos públicos o en propiedades privadas.

Yo creo que esta estatua egipcia es fruto de esta egiptomanía que invadió Europa y ahora está sentada en este paisaje, verde y alpino, de espaldas al lago quizá añorando las riberas del Nilo.