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El verano se ha ido definitivamente pero la ciudadanía aspira a seguir disfrutando de esa naturaleza cercana que los ayuntamientos ponen a su disposición, disfrutando del sol para pasear, leer el periódico al sol o dejar que los niños corran libremente y los no tan jóvenes le den al pedal porque ahora las bicicletas ya no son para el verano.
Desde los ayuntamientos democráticos hay una tendencia general a recuperar espacios para hacerlos públicos, espacios rescatados a viejas fábricas, a clubs elitistas, a mansiones que en otro tiempos fueran privadas o como en el caso de nuestra foto un espacio en otro tiempo dedicado a una Maternidad y a acoger niños huérfanos o abandonados.
Desde los ayuntamientos democráticos hay una tendencia general a recuperar espacios para hacerlos públicos, espacios rescatados a viejas fábricas, a clubs elitistas, a mansiones que en otro tiempos fueran privadas o como en el caso de nuestra foto un espacio en otro tiempo dedicado a una Maternidad y a acoger niños huérfanos o abandonados.
No son sentimientos nostálgicos sino emociones estéticas las que me hacen disfrutar los colores de los parques en otoño.
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