Los jardines son espacios que pueden ser mágicos, mágico era el jardín que creo Klingsor, el impío caballero que por sus maldades se le impidió formar parte de la Hermandad del Santo Grial. Klingsor por medio de su magia creó un hermoso jardín donde existían muchachas-flor y donde el ingenuo Parsifal fue tentado por Kundry, una bellísma dama bajo el influjo de Klingsor.
Esta historia de Parsifal fue la que escogió Wagner para escribir la ópera del mismo nombre. Se dice que en su estancia en Italia hubo un jardín que le sirvió de inspiración para ese jardín mágico. Este jardín es el de Villa Rufulo en Ravello, en la Campania italiana.
El jardín está en una villa cuyos inicios se datan a mitad del siglo XIV y que forman parte de un conjunto que en el sur de Italia recibieron una fuerte influencia islámica. Aunque los mejores jardines árabes de Europa son los españoles, también Italia recibió el influjo de su arte y cultura bien procedente del gusto y los conocimientos que llegaron a Europa vía reinos de Al Andalus o por la cercanía del Mediterráneo siempre transmisor de culturas.
Villa Rufulo está situada al lado del mar en diversas terrazas que caen sobre el Mediterráneo. Se construyó en época normanda. Es un conjunto de edificios de estilo islámico unido por diversos jardines y patios. De la torre de defensa de la entrada un vial conduce a un patio porticado con arcos de influencia morisca y de allí al palacio y a los otros jardines en terraza.
La villa a lo largo de su vida sufrió el paso del tiempo y el poco cuidado hasta que en 1851 la adquirió Francis Neville Reid quien la restauró dedicando especial atención al jardín. Introdujo nuevas especies y le dió un aire romántico al estilo del momento. Queda ya poco del gusto islámico que inspiró sus comienzos pero aun podemos detectarlo especialmente en la arquitectura de sus edificios y en la multitud de plantas mediterráneas introducidas por los árabes.
Ahora además de ser un hermoso jardín se le recuerda por ser el inspirador de un espacio mágico en la música de Wagner.
Esta historia de Parsifal fue la que escogió Wagner para escribir la ópera del mismo nombre. Se dice que en su estancia en Italia hubo un jardín que le sirvió de inspiración para ese jardín mágico. Este jardín es el de Villa Rufulo en Ravello, en la Campania italiana.
El jardín está en una villa cuyos inicios se datan a mitad del siglo XIV y que forman parte de un conjunto que en el sur de Italia recibieron una fuerte influencia islámica. Aunque los mejores jardines árabes de Europa son los españoles, también Italia recibió el influjo de su arte y cultura bien procedente del gusto y los conocimientos que llegaron a Europa vía reinos de Al Andalus o por la cercanía del Mediterráneo siempre transmisor de culturas.
Villa Rufulo está situada al lado del mar en diversas terrazas que caen sobre el Mediterráneo. Se construyó en época normanda. Es un conjunto de edificios de estilo islámico unido por diversos jardines y patios. De la torre de defensa de la entrada un vial conduce a un patio porticado con arcos de influencia morisca y de allí al palacio y a los otros jardines en terraza.
La villa a lo largo de su vida sufrió el paso del tiempo y el poco cuidado hasta que en 1851 la adquirió Francis Neville Reid quien la restauró dedicando especial atención al jardín. Introdujo nuevas especies y le dió un aire romántico al estilo del momento. Queda ya poco del gusto islámico que inspiró sus comienzos pero aun podemos detectarlo especialmente en la arquitectura de sus edificios y en la multitud de plantas mediterráneas introducidas por los árabes.
Ahora además de ser un hermoso jardín se le recuerda por ser el inspirador de un espacio mágico en la música de Wagner.
4 comentarios:
Buscando jardines magicos he aterrizado por aqui He leido un ratito y no quiero irme sin dejar unas letras
Gracias Driada por dejarme tu testimonio, siempre hace ilusión que los que llegan hasta aqui nos lo hagan saber. Espero que sigas viniendo porque de alguna manera todos los jardines pueden ser mágicos, solo es necesario que pongas las gafas adecuadas.
Montserrat
sorprendente , vuelves y con fuerza. no esperaba menos de ti, bonitas entradas las que estas teniendo.
Descubriendo.
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