EL JARDÍN DE LA FUNDACIÓN APEL•LES FENOSA

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La realización de un jardín es un arte pero muchas veces es también un escenario o un acompañante de otras artes. Los jardines forman un binomio perfecto con los museos ya sea porque estos ocupan edificios singulares que nacieron con un parque o un espacio verde adosado o porqué los nuevos arquitectos conciben los grandes espacios expositivos con un entorno exterior que ayuda a que el arte traspase muros, un paisaje cultural que acerque a la ciudadanía aquello que va a encontrar en su interior.

De otro estilo son aquellos jardines que acompañan las casas-museos de algunos artistas. Hay algunas que reflejan la voluntad y la mano creadora del propietario. Sorolla hace el proyecto definitivo de su jardín de su casa en Madrid después de haber trabajado mucho en ello desestimando diversos diseños anteriores. Blasco Ibáñez crea su jardín dedicado a los escritores en su villa de la Fontana Rosa en Menton y Monet hace lo propio en Giverny , un lugar muchas veces plasmado en su pintura.

Hay otros jardines que nacieron solo por el mero hecho de disfrutarlos, para el bienestar personal y familiar y que no es hasta después que llega a ser continente de obras de arte.

Este verano he estado en la sede de la Fundación Fenosa, lugar donde hacía tiempo que deseaba visitar y que recomiendo especialmente a los amantes del arte. Ocupa una casa del siglo XVI que el artista compró para residir en ella durante los veranos.

El jardín de la Fundación Fenosa en El Vendrell (Tarragona) es ahora una parte indesligable de la casa que muestra las obras del fondo de taller del escultor siendo una sala de exposición más de Apel•les Fenosa. Parece que el escultor quiso realizar unos relieves para el jardín pero este proyecto no tuvo continuidad.

El jardín fue creado por Nicole, la esposa del artista, que aún reside en esta casa del portal del Pardo. Es un jardín que tiene el encanto de una casa de pueblo cercano al Mediterráneo con unos arcos y una azotea a la que se accede por una escalera que destacan por estar pintados de un azul marinero. Es un jardín con la vegetación que encontramos normalmente por la zona. Un alta palmera domina el espacio, una palmera con nombre de reminiscencias clásicas, se llama Andrómaca como la esposa de Héctor, el héroe clásico de la Ilíada.

Acompañan a nuestra Andrómaca, olivos, limoneros , plantas de flores olorosas que tapizan buena parte de los muros del jardín. Y entre la vegetación las obras de más envergadura del escultor figuras femeninas en su mayoría que por obra y gracia de la mano del artista se mueven más que descansan en este escenario.

Para más información: http://www.fenosa.org/