Semanas atrás comentaba el papel que la sociedad podía hacer en las organizaciones de voluntarios podían hacer para la salvaguarda del patrimonio verde. España ha llegado tarde pero eso no quiere decir que no haya grupos más o menos amplios que no estén en ello.
Quiero dejar constancia que hay colectivos empeñados en el mantenimiento y en el reconocimiento de espacios verdes emblemáticos en diversas poblaciones. Quiero recordar desde aquí algunos casos que son solo ejemplos pero que yo creo que son representativos-
El primer caso que recuerdo es el de la Asociación de Amigos del Jardín Botánico de Barcelona quienes ante la desaparición del obsoleto espacio que tenia la ciudad hicieron todo tipo de actividades de presión para conseguir que la ciudad volviera a tener un espacio verde para las colecciones botánicas. En la actualidad Barcelona cuenta con un jardín Botánico digno de la ciudad que aúna los componente científicos y didácticos con un buen diseño debido a los arquitectos Carles Ferrater y Josep Lluís Canosa, la arquitecta paisajista Bet Figueras, el horticultor Artur Bossy, y el biólogo Pedrola.
Un ejemplo es el de La Colla Ecologista La Carrasca quien denunciaba al Ayuntamiento de Alcoi por la desaparición de un jardín romántico, parque del Clot de Barceló, un jardín romántico caído ante una obra pública. Aquí no se trata de una asociación en defensa de los jardines sino de una actividad más de un colectivo ecologista.
Al igual que el anterior colectivo, Bergarako Lorategi Historikoak Ekimena está llevando una campaña pidiendo el reconocimiento como jardines históricos de Iriza, Untzeta y Rekalde de Bergara (Guipúzcoa). Como ellos mismos informan que proceden de un largo recorrido a través del terreno del ecologismo y naturalismo de montaña, y que han llegado a interesarse por este ámbito urbano, un poco forzados por las lamentables circunstancias que rondan sobre sus espacios verdes locales. Bienvenidos a la defensa de los jardines.
En el caso de la Asociación en Defensa del Patrimonio Cultural creada en Donostia este año tiene una composición mucho más multidisciplinar. En el campo de los jardines hicieron pública su postura antes el caso de los jardines de Aiete.
Y por último y como cierre de estos ejemplos de trabajos a favor de los jardines históricos, las actividades que desde hace tiempo lleva a cabo Grupo Cultural “San Gil” a favor del Bosque de Béjar que como final de trayectoria se proponía como sede de un parador de turismo.
Esta es una lista no exhaustiva ni quizá del todo representativa pero hace tener esperanza de que hay quien se mantiene en guardia para el mantenimiento de los espacios verdes. Esperemos y exijamos que las instancias oficiales tengan la misma sensibilidad.
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